Esta noche Iñaki Gabilondo presentará su último Hoy en CNN+. Y, si nadie lo remedia, dirá adiós a la práctica activa del periodismo, a 47 años de compromiso con una profesión necesitada de figuras como la suya.
Iñaki Gabilondo se marcha ejerciendo una de las grandes armas del informador: la pregunta; la pregunta en sentido amplio, no sólo esa que se traslada a un político, sino también las decenas de preguntas que uno se tiene que hacer antes de elaborar una noticia, redactar un reportaje o preparar una entrevista. La pregunta. Gabilondo fue en muchas ocasiones un periodista incómodo porque preguntó, porque se hizo preguntas, porque no aceptó sin más la propaganda que en muchas ocasiones se lanza con apariencia de información. Su marcha merece una reflexión, una reflexión mucho más profunda que estas meras pinceladas. La televisión de hoy en día encumbra a los que exhiben sus miserias personales que, en realidad, a nadie importan. Y no tiene espacio para quien ejerce el rigor, la independencia, la crítica, la pregunta.
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