No al fútbol sin radio

Mañana comienza una nueva temporada de fútbol. Es un arranque extraño. Lo hace en la segunda jornada, el Deportivo está en Segunda División, ha habido huelga de jugadores y los clubes pretenden cobrar derechos de retransmisión a las radios. Así se inicia esta nueva campaña, que estará plagada de partidos en horarios poco habituales para los aficionados. El Deportivo ha preparado un proyecto ilusionante y se marca como claro objetivo regresar la próxima temporada a Primera. Liga y representantes de los jugadores han llegado a un acuerdo de mínimos que despeja la sombra de un parón mayor que emularía al de la NBA. Sólo queda por resolver lo de las radios. Mañana, muchos tendrán que ingeniárselas para llevar a sus audiencias lo que sucede en los campos de fútbol. La imagen de un narrador escondido en las gradas, como si estuviese cometiendo algún delito, es una lamentable posibilidad que se puede repetir en multitud de estadios y campos. La radio y el fútbol van juntos de la mano desde muchas décadas. Este medio ha contribuido de forma decisiva a hacer aún más grande el balompié. Ni comercia con imágenes, porque no las hay, ni vende después los derechos a terceros. La radio informa, divierte y emociona con un elemento ya cultural y social que incluso fue declarado de interés general. Los clubes aún están a tiempo de rectificar este claro despropósito. No al fútbol sin radio.