La presidencia española de la Unión Europea ha traído estos días a Galicia varias reuniones, una de ellas en A Coruña, con las que se pretende diseñar la política pesquera común a partir del año 2013.
La idea que ha esbozado el Parlamento Europeo consiste básicamente en pescar menos, ganar más y conservar los recursos. Parece algo así como la cuadratura del círculo, pero sostienen algunos de los participantes en estos encuentros que es posible. De eso han discutido hasta hoy directores generales de Pesca y representantes del sector, de asociaciones y de organizaciones no gubernamentales. Ahora falta que esa idea pueda ser acogida e impulsada por los ministros y la Comisión Europea, pero sobre todo queda explicar y acordar qué fórmulas se utilizarán para alcanzar ese objetivo. El puerto de A Coruña y el sector gallego, en general, ha hecho un enorme esfuerzo en los últimos años por modernizar su flota y reducir de forma importante su capacidad. El descenso de pesqueros ha sido una constante y seguramente en este campo poco más se le pueda pedir. Si conservar los recursos es una exigencia de pura supervivencia del sector, también es necesario no perder de vista la incidencia económica, social y cultural que tiene en algunas zonas como Galicia que no podrían entenderse sin la pesca.
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