1 de agosto de 2011

De las fiestas de María Pita 2011

Las fiestas de  María Pita que hoy comienzan seguramente pasarán sin pena ni gloria. La crisis económica, el cambio del gobierno municipal y la escasa imaginación y creatividad de los últimos años abocan a la edición de éste a la reiteración, a repetir más de lo mismo sin aportar prácticamente nada nuevo. Las fiestas tienen la importancia que tienen. No son la política de fondo que puede solucionar o agravar los problemas de una ciudad, pero sí constituyen un hecho de gran arraigo social y popular que reivindica el derecho a la diversión. El nuevo Gobierno municipal tiene aquí margen de maniobra. Es cierto que las estrecheces económicas continuarán el próximo año y que hay ciertos elementos de la fiesta que deberán mantenerse por su tradición, pero más allá de eso el campo está abierto. Y ahí debemos participar todos. A Coruña precisa un periodo de reflexión para mantener el espíritu de sus fiestas sin renunciar a la innovación. 

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