A la caza y captura del político

El rechazo de los eurodiputados a viajar en clase turista ha indignado de nuevo a la sociedad en su conjunto y especialmente a aquellos que con la crisis económica lo están pasando mal. Pudo haber sido un error, como dicen los socialistas, pero es un error que va en contra del conjunto de la clase política. Cada vez más cala en la ciudadanía esa crítica plana a este colectivo con el ya consabido "todos son iguales". Los mensajes se repiten hasta la saciedad. Con el proceso de reestructuración del sistema financiero, por ejemplo, se ha escuchado por activa y por pasiva que había que sacar a los políticos de los consejos de administración de las cajas de ahorro. Y hoy prácticamente nadie sale en público en su defensa. Incluso aquí hemos sido especialmente críticos con unas actitudes de los políticos que entendemos difícilmente justificables. Pero tampoco se puede emprender la caza y captura del político. Más allá de comportamientos individuales corruptos o censurables, son muchos los que ejercen con honestidad, con vocación de servicio público y con lealtad a unos ideales. Y son muchos los que nos representan con dignidad. No linchemos a toda una clase por las actitudes de algunos. La historia ha tenido que servir para algo.