De Joaquín Sabina

Mañana llegará a A Coruña Joaquín Sabina, artista que mantiene un idilio especial con esta ciudad.
La frase puede parecer gratuita, pero la repite siempre que puede Pancho Varona, uno de los músicos que lo acompañan desde hace años. Desde que Joaquín Sabina llenó la plaza de María Pita mientras cantaba aquello de "Mucha, mucha policía", sus conciertos en esta ciudad siempre han sido un éxito. Joaquín Sabina es algo más que el poeta de la calle que dibuja el tópico. Ha puesto la banda sonora a las alegrías y tristezas de varias generaciones y sigue sobre los escenarios, a pesar de que en más de una ocasión lo ha dado por muerto artísticamente. Quizá por eso dijo una vez que se dormía en los entierros de su generación. Detrás de su particular figura, están dos músicos como la copa de un pino, el propio Pancho Varona y Antonio García de Diego. Los tres forman un triángulo perfecto, capaz de entregarse a las guitarras más rockeras o de extraer las melodías más emocionantes, esas que sólo pueden salir del fondo del alma. Los tres llevan décadas intentando escribir la canción más hermosa del mundo. Y no les extrañe que alguna vez lo hayan conseguido.