¿Presiones a la prensa en el Ministerio de Trabajo?

El hombre que amenaza no es otro que Manel Fran i Trenchs, según Prnoticias, director de comunicación del Ministerio de Trabajo.
A estas alturas ya debería haber dimitido. Y si no lo ha hecho ya debería estar cesado. A ese hombre le pagamos todos y no para que coaccione y amenace contra un derecho fundamental como es el de información. El panorama no puede ser más desalentador: la crisis económica adelgaza las plantillas de los medios y agrava la precariedad laboral de los periodistas; mientras, las administraciones mantienen y amplían sus gabinetes de prensa, convertidos en auténticos aparatos de propaganda al servicio del político de turno. Hay redacciones de medios en A Coruña con menos personal que el gabinete del Ayuntamiento. Hay ruedas de prensa con más personal de gabinete que periodistas. Ya sólo les falta escribir directamente las noticias; perdón, la propaganda. Presionan, influyen, coaccionan, organizan actos pensados para que el periodista no pueda preguntar... ¿No se supone que su función es la de facilitar la relación entre administración y medios? ¿No se supone que deberían favorecer la transparencia informativa a la que debe someterse toda entidad pública? La crisis económica está dejando en la calle a miles de periodistas, pero, lo que es peor, amenaza gravemente la calidad de la información que reciben los ciudadanos.