11 de marzo de 2008

Apuntes tras las elecciones generales de 2008

Tras la tregua de la campaña electoral y tras los análisis de los resultados, apunto aquí algunas de las ideas que me han corrido la mente en los últimos días.

-Es inadmisible la confusión entre lo institucional y lo partidista. Las labores de jefe de prensa del candidato del PSOE César Antonio Molina las ha ejercido uno de sus asesores en el Ministerio, pagado con fondos públicos. Fue también llamativo ver a la jefa de prensa de Vicepresidencia de la Xunta ponerle el discurso a Anxo Quintana en el atril en el acto del BNG en el que presentó su programa de Cultura. Si el PP no lo hace es porque ya no preside ni la comunidad de vecinos, que diría García.
-El peaje de los debates ha sido demasiado alto para la profesión periodística. Los debates son buenos per se, pero convertir a un periodista en mero cronometrador es excesivo. Será bueno en la medida en que abra la puerta a debates de verdad.
-Es cierto que hay debates cuando gobierna el PSOE, pero que tampoco saquen pecho los socialistas. En A Coruña, César Antonio Molina se negó a debatir por activa y por pasiva, a pesar de las numerosas invitaciones que tuvo. Si es candidato, es candidato. El cabeza de lista del BNG no pudo ser más gráfico. “Debatín con todos; se a campaña chega a ter máis días acabaría debatindo ata cos suplentes do PSOE”, dijo Jorquera.
-Es urgente una reforma de la ley electoral, ya no sólo para limitar el voto de los emigrantes, sino porque a estas alturas es injustificable que se module la voluntad popular con artificios matemáticos. Habría que avanzar hacia un sistema más proporcional, aunque defiendo el voto por circunscripciones.
-La palabra bipolarización no existe. Al menos no aparece en el diccionario de la Real Academia Española. Polarizar ya significa “orientar en dos direcciones contrapuestas”. Y los polos ya son dos, el norte y el sur, el más y el menos; es innecesaria la redundancia del “bi”.

3 comentarios:

  1. Hola Marcos!
    Yo también estaba de acuerdo con las circunscripciones, pero cada vez estoy menos convencido. Que hagan del Senado una cámara territorial y que en el congreso cada hombre valga un voto. Además, la milonga de que ahora se beneficia a las minorías es mentira. Con el sistema actual salen ganando PP, PSOE y PNV, sobre todo. IU tendría 14 escaños en vez de dos ahora mismo y el BNG tres, por poner dos ejemplos.

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  2. En las anteriores generales, Carmen Marón puso un millón de reparos para participar en un debate televisivo con Antonio Erias y Carlos Aymerich. Como era para una tele local de A Coruña, se había decidido que el representante del Bloque fuese el candidato de la ciudad y no Paco Rodríguez, aunque el ferrolano fuese el cabeza de lista. Entre las excusas de Marón había algunas de traca, desde "el partido prohibe que los cabeza de lista debatamos con los número dos" hasta el muy democrático "además, Aymerich no va a salir". Por eso, no pude evitar la sonrisa cuando vi el anuncio del debate provincial en la tele en la que la (ahora) número dos acudía a debatir con Jorquera y Erias. No sé si alguno de ellos llegó a insinuar que no se rebajaría a compartir plató con la segundona del ministro (en funciones). PD: Aquel debate nunca llegó a celebrarse. Iba a grabarse el 11-M.

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  3. Considero que el voto por circunscripciones es doble: votas por unas ideas y al mismo tiempo por un territorio. Aún manteniendo eso, se puede hacer más proporcional para evitar, por ejemplo, las diferencias del valor de los votos entre provincias. En el caso de las autonómicas en Galicia era aberrante. Si no recuerdo mal, el voto de Ourense y Lugo valía el doble que el de A Coruña y Pontevedra.

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