La Xunta está decidida a eliminar las subvenciones a las líneas deficitarias de Renfe, entre ellas la que une A Coruña con Ferrol.
El conselleiro Agustín Hernández argumenta que después de 15 años la compañía ferroviaria ha sido incapaz de hacer viable una sola de esas conexiones. La explicación no deja de tener cierto sentido. En todo caso, a renglón seguido habrá que recordar que la Administración pública subvenciona muchos servicios que no son rentables económicamente, pero sí desde el punto de vista social. Es más: se subvencionan precisamente por su escasa viabilidad económica. Es obvio que Renfe, y el Ministerio de Fomento, tienen su cuota de culpa en este fracaso, pero el momento escogido para meter la tijera es el más inoportuno. Las comunicaciones ferroviarias van a vivir una auténtica revolución en los próximos años y corremos el riesgo de perder ahora unas conexiones o frecuencias que quizá no volvamos a recuperar.
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