18 de diciembre de 2007

Ángel Gabilondo y el silencio

Contaba en El País el rector de rectores, Ángel Gabilondo, que muchas veces se organizan comidas para celebrar reuniones con el objetivo de evitar los incómodos silencios.
Todavía no sé muy bien por qué, pero la mayor parte de la gente le tiene pavor al silencio entre dos personas. Eso lo sabía bien Quintero, el maestro de entrevistas y loco de colinas que utilizaba con maestría el recurso del silencio como la mejor arma para extraer confesiones del interlocutor. Cuando el entrevistado terminaba una respuesta, Quintero se quedaba callado durante varios interminables segundos hasta que el protagonista se arrancaba de nuevo a hablar para llenar ese vacío. Y en ese momento, acuciado por la urgencia de evitar el silencio, el entrevistado soltaba lo primero que se le venía por la cabeza, generalmente un pensamiento a pecho descubierto que jamás hubiera existido ante una pregunta directa.
Durante un concierto en A Coruña, a Antonio Vega algún insensato del público le pidió que dijera algo. "Soy hombre de pocas palabras, hablo con mis canciones", le contestó el artista.
Por eso cada vez me siento más cómodo con mis silencios, que no son más que el resultado de la prudencia obligada para no caer en la soberbia de pensar que cualquier cosa que diga puede ser más interesante que el silencio. Así que, como decía el otro, la palabra es de ustedes. Me callo por pudor.

5 comentarios:

  1. Un buen amigo mío me dijo una vez: Mira, a nosa relación está tan evolucionada que somos capaces de estar minutos e minutos sen falar, en silencio, e xa non se crea unha situación incómoda. Así que viva el silencio. Mua

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  2. Anónimo7:50 a. m.

    Creo que domino perfectamente el arte de permanecer en silencio con cualquiera, no me incomoda. Pero, para que vamos a engañarnos, a mi personalmente, me encanta hablar y sobre todo me encanta que me cuenten cuentos. Así que, sígue contandonos tus historias, por favor.

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  3. Marcos no serás Aries por casualidad. Son los Reyes del silencio.

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  4. Anónimo2:49 p. m.

    El silencio representa equilibrio, sensatez, distancia a veces,... sí, totalmente de acuerdo en que es, a veces, serenidad con la realidad. Es más, en música, creo, algunos dicen que las notas "del silencio" tienen, si no más, tanta importancia como cualquier otra ...
    Pero no nos engañemos tampoco. Muchos "sabios" que parecen usar el silencio con asiduidad, lo que en realidad les pasa es que no tienen nada que decir. Y esto conviene, también tenerlo en cuenta.

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