Si pudiera me compraría un jersey como el de Evo Morales, el presidente electo de Bolivia, que ha venido y se ha reunido con todo aquel que lo ha querido escuchar.
Se ha reunido con los empresarios y no ha dudado en sentarse a comer con el presidente de Repsol YPF. Otro, que dice ser más demócrata, Mariano Rajoy, ha demostrado ser más mediocre de lo que creíamos y se ha comportado como un intransigente incapaz de dialogar con el presidente elegido por un pueblo. Y uno que pensaba que Rajoy no era como Aznar o Acebes. Qué decepción. Evo Morales ha llegado y ha dicho cosas que parecen de lo más sensatas. Su Gobierno "va a ejercer el derecho de propiedad" sobre sus recursos naturales y va a nacionalizar, aunque destacó que "eso no significa confiscar, ni expropiar ni expulsar a las empresas" que sean "respetuosas" con las leyes. "Para garantizar la seguridad jurídica de las empresas, antes tiene que haber seguridad social". Hoy, para mi, el jersey de Evo Morales ya es un símbolo frente al traje y corbata de Rodríguez Zapatero.
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