9 de diciembre de 2011
De los murales de Urbano Lugrís
Hace año y medio un grupo de coruñeses presentó un proyecto para recuperar y proteger el mural que Urbano Lugrís pintó en la pared de lo que hoy es la cafetería Vecchio, en plena calle Real. Lo hacían alarmados por el deterioro en el que se encontraba la obra del artista, con la intención de reivindicar su figura y con el objetivo de que su murales, y los de otros pintores, obtuviesen un reconocimiento oficial que garantice su conservación. En aquel momento, algunas instituciones públicas se interesaron por la llamada e incluso llegaron a participar en la primera edición del Día Lugrís. Año y medio después, nada se ha hecho, el mural prosigue con su deterioro y nadie parece dispuesto a afrontar la situación. Los murales de Urbano Lugrís se reparten por algunos establecimientos de hostelería de A Coruña y muchos de ellos permanecen prácticamente ocultos. Es el peor homenaje que se le podía hacer al artista. Porque una de las virtudes de esos murales tiene que ver con el arte que sale en la búsqueda del espectador, que no se queda a la espera en las paredes de un museo, que asalta al ciudadano en su vida cotidiana hasta formar parte de ella. Este año, esos coruñeses volverán a salir a la calle para reivindicar la figura de Lugrís y sus murales, todavía vivos. Quizá alguna día salgan simplemente para lamentar, con nostalgia, su desaparición.
Etiquetas:
La Ventana de A Coruña,
Urbano Lugrís
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