De las sentencias de derribo del edificio Conde de Fenosa

Han pasado ya catorce años desde que el Ayuntamiento de A Coruña concedió licencia para convertir la sede de Unión Fenosa en edificio de viviendas y desde que se inició una larga batalla judicial que siempre se ha saldado en el mismo sentido. El Tribunal Superior de Galicia, primero, y el Tribunal Supremo, después, anularon la licencia y ordenaron devolver el edificio a su situación anterior. A pesar de las reiteradas advertencias judiciales, el Gobierno local, con el PSOE, con el bipartito y ahora con el PP, ha dilatado el proceso sin dar solución a un caso de consecuencias imprevisibles. Porque la salida ideal es prácticamente la cuadratura del círculo: que se restablezca la legalidad, que se infrinja el menor perjuicio posible y que el Conde de Fenosa sirva de ejemplo para terminar de una vez con lamentables y oscuras prácticas urbanísticas. El Gobierno local, del PP, ha dicho hoy que no es el momento de investigar, sino de encontrar esa salida. Puede que así sea, pero el objetivo de esclarecer lo sucedido no debe quedar guardado en el cajón. Es cierto que las urnas ya han sancionado políticamente a responsables anteriores, pero la transparencia es un bien en si mismo en la gestión de la cosa pública.