De la retirada de lodos en la ría de O Burgo

Preguntábamos hoy si el vertido de queroseno será un punto de inflexión en las políticas de la Administración en relación con la ría de O Burgo. Y debe serlo. Esta mañana, dirigentes políticos de PSOE y BNG han instado al Gobierno central y a la Xunta a fijar ya un acuerdo que permita retirar los lodos acumulados durante años. Es cierto que los mariscadores aseguran que aún se producen vertidos y que, mientras esto sea así, no parece muy lógico acometer esa retirada. Pero también es cierto que en los últimos años se han dado pasos para terminar con los derrames y estamos cerca de lograr ese objetivo. Una voluntad real de solucionar los problemas de la ría sería firmar un acuerdo que permitiese que al día siguiente del fin de los vertidos pudiera iniciarse la retirada de lodos. Lo demás es un constante cruce de responsabilidades entre unos y otros que para nada resuelve el problema de fondo, nunca mejor dicho. Si nos acogemos a las previsiones más optimistas, el derrame del queroseno puede quedarse sin más en otro episodio negro. Pero sería una oportunidad perdida si no aprovechamos la ocasión para que el queroseno sea un punto y aparte en la historia de una ría que aún puede recuperar su esplendor.