5 de enero de 2011

De los Reyes Magos

Tal día como hoy, apuraba la cena e intentaba acostarme temprano para dar tiempo a los Reyes Magos a hacer ese trabajo que tanto me alucinaba.
Más pronto que ningún otro día del año me despertaba, salía corriendo de la habitación, iba a buscar los regalos y al descubrir que allí estaban volvía raudo al dormitorio para despertar a mi hermano al grito de "¡ya están los regalos, ya están los regalos!". Uno de esos años, al levantarme, nada habían dejado los de Oriente. Me quedé estupefacto, volví a la cama para no despertar a nadie y pensé que quizá la había fastidiado por haber madrugado tanto. Hasta algunos años después no entendí qué había pasado. Quién más y quién menos ha vivido historias como ésta, en las que la imaginación, la ilusión y la magia nos envuelven y nos conducen a un mundo de sueños. Así que mañana por la mañana, madruguemos lo justito. Por si acaso.

1 comentario:

  1. Te deseo continues con la misma ingenuidad que tenías cuando eras pequeñito.
    Hace exactamente 33 años, muy chiquitito, ilusionado, esperabas, impaciente, no solo la llegada de los Reyes Magos, y al entrar a tu casa, tus pasitos apresurados, corriéndo hacia nosotros.
    Te abrazaste a Juan y le gritaste.....papá....papá.....
    Lo recordamos siempre.
    Ah....gracias por haberle llamado papá.....No tuvimos hijos....

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