Del Pazo de Meirás

Casi nos habíamos olvidado del Pazo de Meirás, pero hoy el alcalde de Sada, Abel López Soto, ha recordado que el edificio sigue cerrado a cal y canto a pesar de que ya hace año y medio que fue declarado Bien de Interés Cultural.
Además de la protección y conservación que implica, esa catalogación supone también que el pazo tiene que ser abierto al público cuatro veces al mes. Y algo más: permite a la familia Franco disfrutar de beneficios fiscales por las cargas que, se supone, implica la conservación de un Bien de Interés Cultural. Es decir, se podría estar dando la circunstancia de que los propietarios estén obteniendo las ventajas que conlleva la declaración sin asumir las correspondientes obligaciones. Hoy, el BNG ha dicho que nota cierta connivencia entre la Xunta y la familia Franco para no agilizar la apertura del pazo. Cuesta creer que año y medio no haya sido suficiente para pactar con los propietarios la mejor fórmula para permitir las visitas sin que la intimidad familiar se vea afectada. Suspicacias como ésta abren la puerta a la interpretación de los nacionalistas. Y el PP debería ser precisamente el más interesado en tumbar esta teoría.