12 de abril de 2012

Del edificio ocupado de A Moura

La ocupación de un edificio de A Moura sin entregar por parte de jóvenes okupas, en un primer momento, y de chabolistas de Penamoa después ha generado una situación de alarma, ya no sólo entre los compradores de las viviendas, sino también en el conjunto de la sociedad. La paradoja es tremenda: los que han pagado dinero por los pisos no pueden acceder a ellos, mientras que otros se han instalado allí sin mayores problemas y sin que nada se pueda hacer hasta que no exista una resolución judicial. El sistema es garantista y es bueno que el desalojo sólo sea posible por decisión de un juez, pero la situación genera un estado de impotencia e indignación fácilmente comprensible. De todo este proceso cabe esperar una rápida actuación de la autoridad competente y rigor y mesura de los responsables políticos. Los que en el Gobierno local pedían que no se agitasen ciertos fantasmas deberían exhibir la misma responsabilidad que reclamaban. 

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