En menos de un mes casi seis mil firmas en internet, en Facebook, han llevado al Gobierno local de A Coruña a reconsiderar su postura sobre la supresión del Festival Noroeste Pop Rock, a mantenerlo y a aceptar el formato propuesto por el colectivo Salvemos o Noroeste.
Llama la atención que eso haya sido así de rápido y contundente cuando más de once mil firmas, el doble, reclaman también en facebook que San Juan sea festivo. La petición en internet es un clamor y refleja el sentir extendido entre buena parte de la sociedad coruñesa. Pero en este caso, no hay manera: ni Ayuntamiento ni Xunta han dado su brazo a torcer.
La decisión sobre el Noroeste abre el festival a la participación popular en la elección de grupos, aprovecha las nuevas tecnologías y recupera parte del espíritu inicial del ciclo de conciertos playeros, concebidos como el gran escaparate para los grupos locales que apenas gozaban de oportunidades. Pero la empresa no está exenta de dificultades. El cartel se debe completar con dos grupos de renombre, de trayectoria reconocida, que sirvan de reclamo. Y a estas alturas del año, con el verano iniciado, no sólo se trata de acertar, sino de que los seleccionados finalmente puedan venir. La disponibilidad de fechas y el ajuste presupuestario juegan en contra. A nadie se le escapa que lo de este verano será una especie de experimento para un festival que pide a gritos una identidad propia que se mantenga en el tiempo.
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