Llega el buen tiempo y eso significa, entre otras cosas, que las obras del puerto exterior de Punta Langosteira retomarán un ritmo más intenso, alejados ya de los temporales de otro duro invierno.
En muchas ocasiones la atención se centra en los plazos de la obra y no tanto en otros que también merecen un especial seguimiento. Hoy, la Cámara de Comercio ha llamado la atención sobre la posibilidad de un nuevo retraso en el acceso ferroviario. Que el tren no va a estar listo cuando se inaugure el puerto exterior es una hipótesis que agentes económicos y portuarios barajan desde hace tiempo ya. El tren tiene su importancia porque es el medio de transporte utilizado para trasladar el carbón. Si no hay conexión ferroviaria, las descargas del mineral seguirán realizándose ante el barrio de Os Castros. Otra de las cuestiones sobre la que no hay garantía total de plazos está relacionada con el petróleo. Aún no hay acuerdo para trasladar las instalaciones de Repsol, que en Punta Langosteira dependerán de un nuevo oleoducto. En el aire está también el contradique, infraestructura necesaria según la Autoridad Portuaria para trasladar todos los tráficos a Punta Langosteira. Fomento tiene, por tanto, trabajo por delante. Porque nadie entendería que se inaugurase el nuevo puerto sin posibilidad de gestionar allí los tráficos en un corto plazo de tiempo.
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