19 de febrero de 2010

De la cárcel, la reinserción y Celda 211

Por suerte, la realidad de las cárceles españolas no es la que describe Celda 211. Y así se ha encargado incluso de reseñarlo el director de la película, que hizo trabajo de campo para dotar de realismo al considerado como mejor largometraje del año pasado.
Aún así, los sindicatos se encargan de recordarnos que hay problemas en las prisiones, que esta misma semana, por ejemplo, un recluso de los considerados como peligrosos se intentó fugar de Teixeiro y casi alcanza el muro exterior. Lo peor, más allá de las condiciones laborales que denuncian los sindicatos, está en que las cárceles agraven la marginación de los presos en lugar de ser el mecanismo de reinserción social, función clave que también deben cumplir. Conviene, por esa misma razón, resaltar aquellas iniciativas que van en esa dirección. La labor que desde el anonimato viene realizando el colectivo Nosotras Intramuros es digno de elogio. También el espacio radiofónico que desde aquí, desde La Ventana, se cuela todas las semanas en la cárcel de Valdemoro contribuye de forma importante al bien social que supone la integración de aquellos que algún día cumplirán su condena. Hoy, hemos sabido que la Obra Social de La Caixa impulsa un proyecto por el que 19 reclusos de Teixeiro encuentran su espacio de libertad en la danza contemporánea. Quien comete un delito, deber ser sancionado por ello, pero nunca condenado para siempre.

1 comentario:

  1. Bien, Marcos. Me reconozco en lo que has escrito, a pesar de que sospecho que no sea ésta una opinión todo lo reconocida que quisiéramos.
    E saúdos de novo.

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