Temporales: antes le llamábamos invierno

Los servicios meteorológicos anunciaron una potente borrasca, un fuerte temporal, pero aquí en tierra se ha notado más bien poco.
Es otro día de invierno, decía alguien esta mañana en la redacción para describir este último lunes de febrero. Como diría Iñaki Gabilondo, "hay aviso de temporal, antes le llamábamos invierno". En otros puntos, la borrasca ha entrado de lleno y ha dejado de nuevo las imágenes dramáticas de un desastre natural. En Madeira se cuentan ya 43 muertos y temen que puedan ser algunos más. En Funchal, la capital, hay casas y coches sepultados y muchos creen que debajo pueden estar algunos de los desaparecidos. ¿Son sólo desastres naturales? El drama ha llegado también a Andalucía. Allí los ríos desbordados han anegado casas construidas en las zonas inundables de los cauces. En Guadix, se están viniendo abajo los techos de viviendas habilitadas en cuevas naturales. Alguien, en algún momento, permitió este tipo de casas, a pesar de los evidentes riesgos que su ubicación conlleva. Primero se permitió y después ninguna autoridad tuvo arrojo suficiente para desalojar lugares que no reúnen las condiciones mínimas de seguridad. Cuentan que un veterano político lo tenía muy claro: a los electores no se les puede tocar ni la vivienda ni las pensiones.