De bomberos, el Prestige y las instalaciones deportivas

La crisis aprieta, el paro aumenta y los conflictos laborales se reproducen, aunque no me negarán que la paz social ha marcado para sorpresa de muchos los últimos meses.
Los dos últimos conflictos laborales que hemos tenido en A Coruña tienen que ver con servicios públicos gestionados por empresas privadas en régimen de concesión. Trabajadores de instalaciones deportivas y de los parques comarcales de bomberos se han echado a la calle para denunciar que sus condiciones económicas no se corresponden para nada con el trabajo que realizan y que, en su caso, la situación tiene el agravante de que es la Administración pública la que contrata. El sistema no sólo les ha permitido a gobiernos de todo signo ofrecer un servicio a un menor coste, sino que además les ha abierto la puerta para tomar distancia de estos conflictos. El político de turno siempre podía decir aquello de "empresas y sindicatos deberían resolver sus diferencias" como si la Administración nada tuviese que ver con ello. Hoy, el concejal de Deportes del Ayuntamiento de A Coruña, Xan Martínez Caxigal, ha dado un paso al frente y ha dicho que está dispuesto a estudiar la rescisión del contrato con las empresas que gestionan las instalaciones deportivas municipales. El caso de los bomberos tiene una vuelta de tuerca más. Es difícilmente defendible que un servicio de emergencias público pueda suponer beneficios económicos a una empresa. Para llegar a esta cuadratura del círculo sólo cabe un camino: reducir salarios y calidad del servicio. En Salvamento Marítimo se intentó este modelo y nos dejó para el recuerdo a una firma de remolcadores que negociaba un contrato en lugar de sujetar al Prestige. Si en la ciudad de A Coruña hay un servicio de bomberos público de primera, los vecinos de Cambre, Culleredo o Arteixo, donde opera el parque concertado, también tienen derecho a una prestación semejante. El área metropolitana debería servir para estas cosas. Porque si no es así, mejor sería guardar el proyecto de nuevo en el mismo cajón.