De las caixas

Si no hubiese tanta expectación ni tantas dudas sobre lo que iba a decir, lo que dijo ayer el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, no dejaría de ser una obviedad.
Porque lo que vino a decir MAFO -así le llaman, aunque no se lo crean, en los sectores financieros-, lo que vino a decir es que el Banco de España no vetará una fusión de cajas que sea viable y solvente. Sólo faltaría, contestaría cualquier observador de andar por casa. Pero era tal el interés por escucharlo que analistas y periodistas nos lanzamos ayer a la simpática tarea de desentrañar, destripar e interpretar las frases del gobernador. El resultado de ese trabajo se puede traducir así: el Banco de España no vetará una fusión entre Caixa Galicia y Caixanova si esta unión es sólida. Y hay al menos una auditoría externa que avala esta fusión, que dice que es viable, solvente. Así lo han interpretado los que están a favor del proceso, pero también los que se oponen. Por ejemplo, el alcalde de Vigo. Abel Caballero no ha dudado en convocar hoy una manifestación ciudadana contra la fusión, un proceso que en ciertos sectores del sur ven como la absorción de Caixanova por parte de Caixa Galicia. En pocas ocasiones se repara en esto, pero conviene recordar que Caballero no puede hablar en nombre de la Corporación local de Vigo, porque en ese pleno los concejales socialistas se han quedado en minoría en la oposición a la fusión. Sea como sea, su fuerza se podrá ver en esa manifestación. Y quizá ahí se evidencie uno de los puntos débiles de la hoja de ruta de Feijóo. La estrategia de convencimiento debió iniciarse antes de que este proceso fuese munición de la lucha partidista y del debate mediático.