Ha sido un día duro, especialmente para los familiares del policía fallecido, de los dos agentes desaparecidos y el joven de Eslovaquia del que no se sabe nada desde que la pasada madrugada se acercó al mar de Orzán, en plena alerta naranja. Lo que empezó como una fiesta de compañeros de Erasmus de diferentes universidades gallegas y del norte de Portugal ha terminado en una sobrecogedora tragedia que pega directamente en lo más fondo del ser. Hoy sólo cabe rendir homenaje al Cuerpo Nacional de Policía y a sus agentes, funcionarios, servidores públicos; especialmente a aquellos que la pasada madrugada arriesgaron su vida, entregaron su vida, para intentar salvar la de otro. Son ejemplo de cumplimiento por encima del deber. Los reconocimientos públicos no podrán aliviar el dolor de familiares, amigos y compañeros, pero hoy es lo mínimo que se puede decir.
27 de enero de 2012
De la tragedia del Orzán
Ha sido un día duro, especialmente para los familiares del policía fallecido, de los dos agentes desaparecidos y el joven de Eslovaquia del que no se sabe nada desde que la pasada madrugada se acercó al mar de Orzán, en plena alerta naranja. Lo que empezó como una fiesta de compañeros de Erasmus de diferentes universidades gallegas y del norte de Portugal ha terminado en una sobrecogedora tragedia que pega directamente en lo más fondo del ser. Hoy sólo cabe rendir homenaje al Cuerpo Nacional de Policía y a sus agentes, funcionarios, servidores públicos; especialmente a aquellos que la pasada madrugada arriesgaron su vida, entregaron su vida, para intentar salvar la de otro. Son ejemplo de cumplimiento por encima del deber. Los reconocimientos públicos no podrán aliviar el dolor de familiares, amigos y compañeros, pero hoy es lo mínimo que se puede decir.
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