Del Deportivo y la ilusión

A finales de octubre decíamos que el arranque de la temporada del Deportivo había sido el de la decepción. Decíamos en aquel momento que la actuación del equipo no estaba a la altura de la reacción social que se había producido en A Coruña tras el descenso. Dos meses después, plantilla y entrenador han dado ese golpe de timón que reclamábamos y el equipo se irá de vacaciones allí donde queremos que esté: en los puestos de ascenso directo. Es cierto, como dice Oltra, que lo importante no es donde estemos ahora, sino al final de la campaña, pero la clasificación actual sí que despeja dudas y aporta confianza, credibilidad e ilusión. Lo que queda por delante es un duro y largo camino en el que aún habrá que afrontar muchas dificultades para lograr el objetivo fijado. Pero haber cambiado la palabra decepción por ilusión es un salto cualitativo que supera en importancia a un puesto en la clasificación. Porque si tiramos de tópico tendremos que concluir que tenía razón Jorge Valdano cuando dijo aquello de que el fútbol es un estado de ánimo.