Los deberes de Xosé Manuel Carril

El BNG celebra hoy la asamblea local de A Coruña  en la que analizará los resultados electorales del pasado 22 de mayo. Los nacionalistas perdieron diez mil votos, bajaron dos concejales y pasaron del Gobierno a la oposición. La reunión de hoy será un nuevo encuentro entre los afines a la UPG y los tellistas, que no participaron en la candidatura encabezada por Xosé Manuel Carril. El que será nuevo portavoz del Bloque afronta su primera aventura política con un grupo municipal cohesionado, pero con una fuerte división interna en la formación política que lastra al BNG en los últimos años. Los críticos mantienen serias divergencias con los que ahora tienen la mayoría, pero las valoraciones que hacen circular por internet juegan a una calculada ambigüedad de la que pocas conclusiones se pueden extraer. Carril estará cómodo en una dura oposición al Partido Popular, pero tiene ante sí el reto de reconducir una situación de fractura interna que ya se arrastra demasiado tiempo; una división que impidió, por ejemplo, que Carril hiciese valer actuaciones nacionalistas en el Gobierno local como la reforma del Campo da Leña. El cabeza de lista ha evitado la autocrítica en público, pero la encontrará en casa. Coser las heridas abiertas se antoja complicado, sí, aunque también indispensable. El electorado no soporta la división.