La irrupción de Carlos González Garcés

Han pasado ya cuatro días desde las elecciones municipales y sus efectos no han hecho más que empezar. En el PSOE y el BNG, especialmente los primeros, se han lanzado a un debate público que, en el caso de los socialistas, recorre toda la espina dorsal de la organización, desde el proceso de sucesión de Zapatero, por arriba, hasta las agrupaciones locales, por abajo, como es el caso de la coruñesa. Hoy, ha irrumpido en este debate Carlos González Garcés, reconocido públicamente como el último bastión del vazquismo. El todavía concejal de Fiestas ha aprovechado una rueda de prensa en que la no figuraba como orador para tachar de estrepitoso el resultado cosechado por los socialistas en A Coruña y para denunciar que su propio grupo político lo ha apartado. Garcés ya no formó parte de la candidatura de Javier Losada al entender que el puesto que se le había asignado no estaba acorde con su relevancia pública. Su arrebato de hoy, de dudoso estilo, quizá sea uno de los últimos coletazos de un vazquismo llamado a desaparecer de las páginas de los periódicos para engrosar los libros de Historia que quizá vuelva a abrir antes los alumnos Carlos González Garcés.