Comerciantes y vecinos del entorno de la calle Real de A Coruña han vuelto a reclamar más presencia policial después de que el sábado por la mañana unos atracadores intentasen asaltar una joyería de la zona.
Es el segundo caso en cuatro meses. Los comerciantes denuncian que tras el primero se vio a más agentes por la calle, pero transcurrido un mes los uniformes volvieron a desaparecer. A pesar de que algunos mandos policiales sostienen que las patrullas a pie apenas son operativas, a nadie se le escapa que al ciudadano común le aporta tranquilidad ver a esos agentes que pasean por la zona y con los que llegan a entablar cierta relación. No se trata de alarmar a nadie, pero recrearnos en esa manida frase de que A Coruña es una ciudad segura no nos conduce a nada. Siempre existe un margen de mejora y vecinos y comerciantes hacen bien en demandar más seguridad.
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