Termina la semana del aeropuerto de Alvedro. Ayer, el Boletín Oficial del Estado publicaba la licitación de las obras de ampliación de la pista de aterrizaje. Hoy, Vueling anuncia que unirá A Coruña con París a partir de finales del mes de marzo.
La apuesta por el aeropuerto coruñés ya es incuestionable. Durante años se puso la ampliación de la pista como el gran objetivo para las comunicaciones aéreas de la ciudad y su comarca, como si esa actuación implicase necesariamente más frecuencias y más conexiones. Ahora el camino ya es irreversible. Hay otros modelos. Había otras opciones, pero finalmente el Estado ha decidido apostar por Alvedro. De forma paralela, las obras del puerto exterior siguen adelante, a pesar de los temporales, y se dan los primeros pasos para construir la estación a la que llegará el AVE y que acogerá también los autobuses. En cinco o seis años, las posibilidades de comunicación con la ciudad se habrán multiplicado. Las oportunidades que se presentan son innumerables. Y mucho lo lamentaremos si no sabemos aprovecharlas.
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