19 de octubre de 2010

De las movilizaciones del carbón

A pesar de la continua llamada a la unidad, y a pesar del acuerdo unánime del Parlamento de Galicia, los que se oponen al decreto del carbón no acaban de mostrar una unidad de acción que refuerce su posición.
Las movilizaciones y sus convocatorias han estado salpicadas de reproches de unos a otros, casi siempre en función de su color político. Y en varias ocasiones esos actos de protesta han sido organizados por una parte y no por todo el colectivo de afectados. Los partidos pueden defender con toda legitimidad sus posiciones y matizarlas con respecto a las de otras formaciones políticas. Pero la reacción, para ser eficaz, debe ser conjunta, clara y contudente. El enfrentamiento no sólo debilita la posición gallega. También sugiere que alguien pueda estar aprovechando la ocasión para erosionar al rival político en lugar de centrar sus esfuerzos en salvar a las térmicas.

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