5 de marzo de 2006

A lo mejor


Extraído sin autorización de El País.

3 comentarios:

  1. Anónimo9:02 a. m.

    El dinero y el tiempo son muy preciosos como para deshacer ciertas cosas cada cuatro años. ¿Cómo aguantaría si no la salud mental de los ciudadanos y su confianza en las instituciones? No digo que existan verdades absolutas que no lo creo (esa idea ha sido el germen de muchas salvajadas en la historia) lo que pienso es que hay unos mínimos que en democracia sí deben empujar al consenso... y si no es posible el acuerdo por lo menos sí un silencio cómplice.

    ResponderEliminar
  2. Sí, estoy más o menos de acuerdo contigo. Lo que creo es que no se puede sacralizar el consenso. A veces se utiliza la falta de consenso para deslegitimar. En ocasiones, hay quien se niega al consenso de forma rotunda y cuando el otro sigue adelante con sus políticas le critica esa falta de consenso.

    ResponderEliminar
  3. seréis socialdemócratas!!!

    ResponderEliminar

Compartir