De nuevo de la residencia universitaria de Elviña

Si hiciéramos caso a los primeros plazos, a mediados de 2009 debería haberse inaugurado la residencia universitaria de Elviña. Han pasado casi tres años y a día de hoy no está claro ni que se vaya a construir. Alguien, en algún momento, debería escribir la historia de esta infraestructura que es un equipamiento básico de una universidad europea pero que en nuestro caso parece la obra de El Escorial-perdón por el tópico-. El proyecto nació como residencia pública, de gestión pública, de arquitectura sostenible, integrada con el entorno, y como símbolo de una universidad abierta, dispuesta a acoger a estudiantes, pero también a profesores, de fuera. Primero, el engorro administrativo y las desconfianzas políticas y, después, la crisis económica han engullido la idea inicial que quedará como otra maqueta más. Pero aún hay margen. Urge un acuerdo entre la Xunta y la Universidad para impulsar un proyecto que no cambiará la historia de la ciudad, pero que sí debe acompañar a una institución que desde el sistema universitario gallego mira a Europa y a Latinoamérica.