La semana que empieza va a condicionar de forma importante el futuro de las cajas de ahorro. El Gobierno ha desvelado ya su proyecto para favorecer la entrada de capital privado en estas entidades, en ese proceso que se ha denominado bancarización, porque al final podría suponer la conversión de las cajas en bancos.
Es una posibilidad que se maneja desde hace mucho tiempo y que se encuentra con la oposición de aquellos que defienden la función social de las cajas. El Gobierno echa mano de nuevo del argumento de la crisis para proceder a una nueva reestructuración en un sector ya inmerso en cambios profundos con la ola de fusiones. Llama la atención que dirigentes socialistas estén abriendo el camino hacia la bancarización y que otros, del Partido Popular, por ejemplo desde la Xunta, estén poniendo 'peros' a este proceso, como si se hubiesen intercambiado los papeles. Novacaixagalicia llega a este escenario en plena fusión, en esa unión que informes, auditorías y el propio Banco de España consideraron viable y solvente. Pero lo que antes parecía solvente, ahora se queda corto, según las estimaciones del Gobierno. Novacaixagalicia preveía llegar al 7% de core capital en 2015. Y el Ejecutivo le exige el 8% para septiembre de 2011. Cabe preguntarse si estas grandes exigencias están justificadas en razones de solvencia o si el listón se pone tan alto para simplemente forzar su bancarización.
Este 'post' ha sido modificado hasta en tres ocasiones al conocer las novedades sobre el plan del Gobierno para las cajas.
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