6 de abril de 2010

Del fútbol y la huelga de jugadores

Sería una situación prácticamente insólita por aquí, pero existe la posibilidad de que los futbolistas de élite vayan a la huelga para exigir a sus empresas, las sociedades anónimas deportivas, que les paguen los salarios que les deben.
Esta versión del futbolista como trabajador, como un asalariado más, ofrece un fuerte contraste con la otra versión, esa de los 'cracks' que se pasean con escasas dosis de humildad, encumbrados al éxito mediático por el cuestionable mérito de colocar un balón allí donde la manopla humana no puede llegar. Si los controladores pueden colapsar las comunicaciones aéreas, los futbolistas pueden dejar huérfanos a miles, a decenas de miles de aficionados que no sabrían qué hacer un fin de semana sin balompié. Sus razones tendrán. Seguro. Y seguro que también sufren estrecheces económicas los clubes para no poder abonar salarios, a pesar de que muchas de estas entidades han disfrutado de flexibilidades que para si quisieran las pequeñas y medianas empresas. Pero, quién sabe. Quizá mañana algún club de élite nos sorprenda con un Expediente de Regulación de Empleo.

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