2 de marzo de 2010

Discrepancias en el bipartito coruñés

PSOE y BNG han intentado hoy situar en la normalidad las discrepancias que los socios de gobierno expresaron ayer sin disimulos en el pleno municipal.
Desde un punto de vista teórico, nada extraño hay en que socialistas y nacionalistas voten diferente en una cámara aunque respalden a un mismo gobierno, pero en nuestro contexto no es un asunto menor. El PSOE pudo abstenerse en las iniciativas que no le gustaban de su socio, pero votó que no. Votó que no a su moción sobre las cajas y votó que no a su iniciativa sobre el gallego. Es la primera vez que pasa en el mandato. Y aún más: por una vez salió adelante una moción con el rechazo expreso del grupo socialista. Busque algún precedente que por aquí no aparecen. Decía ayer uno de nuestros comentaristas, y con razón, que el más beneficiado de esta situación es el Partido Popular. Socialistas y nacionalistas tienen por delante una difícil tarea antes de las municipales: marcar un signo propio en su gestión sin evidenciar un divorcio en el Gobierno local. Las últimas autonómicas ya han demostrado que se puede sacar rendimiento electoral de un bipartito más pendiente de marcar las distancias que de presentarse como dos formaciones capaces de superar sus diferencias en un gobierno conjunto y cohesionado.

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