Una veintena de militantes del BNG de Cambre ha decidido abandonar esta formación política, con el actual portavoz municipal y primer teniente de alcalde, Xabier Iglesias, a la cabeza.
Es la culminación de una crisis que se arrastraba desde hace bastante tiempo y que había ocasionado una ruptura total entre el partido y su grupo municipal. Su salida se une a la de Carlos Amoedo y Filipe Díez, quizá dos desconocidos para el gran público, pero al mismo tiempo auténticos animadores del debate en el BNG con la publicación de un diario en internet que se convirtió en lugar de consulta habitual para los interesados en la vida interna de la formación nacionalista. Y a eso sumamos también la ruptura que se produjo en el BNG de A Coruña, aunque, en este caso, sin ninguna salida llamativa. Sería excesivo hablar de sangría, pero el goteo de bajas y desencuentros es una realidad. Los nacionalistas afrontan desde hace meses un proceso complicado, derivado de la derrota en las autonómicas. En una situación así, la próxima contienda electoral se presenta como una prueba de fuego para el Bloque. Los resultados también pueden tener consecuencias internas.
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