Leo con asombro la prensa: "El peso de las mujeres en el mercado laboral gallego aumentará en cinco años". Semejante titular me sugiere varias PREGUNTAS:
¿De verdad entrar en el mercado laboral -vamos, encontrar trabajo- engorda?
¿Sólo en el mercado laboral gallego?
¿Sólo las mujeres?
¿Por qué durante cinco años? ¿Qué pasa después?
¿Cuántos kilos se engorda?
Pues a mí, debe ser cosa del madrugón, me adelgaza lo del curro. Espero que mi peso profesional no vaya por el mismo camino. Kilos de besos.
ResponderEliminarEso te pasa por leer El Correo Gallego, donde caen lluvias de millones, se blindan cascos históricos y se acuña el término conmmoción cada vez que fallece un empresario del
ResponderEliminarTambre
"El peso de las mujeres en el mercado laboral gallego aumentará en cinco años". Leído así... sin ver más... suena a que ganarán peso en el mercado, no en esos lugares donde se nos acumula a todos y que luego ni con gimnasio ni con... pero me estoy desviando del tema...
ResponderEliminarSobre la higiene y el cuidado del aspecto personal de la mujer (trabajadora) gallega frente aaa... por ejemplooo... las asiáticas... preguntar a Adolfo Domínguez, que se ve que de esto sabe un güebo...
Para noticias raras...
ResponderEliminarLa Policía Nacional ha detenido a un hombre de 60 años que intentó robar en una sucursal bancaria de Cádiz con una bolsa de plástico en la cabeza y amenazando a la cajera con hacer estallar una bomba que supuestamente llevaba en la riñonera, que en realidad era un bocadillo.
Los hechos ocurrieron el pasado sábado en una sucursal bancaria de la calle La Rosa de la capital gaditana, cuando S.M.D., de 60 años y con cinco detenciones previas, entró en el banco con una bolsa de plástico en la cabeza a modo de capucha, según informó hoy la Policía.
Este individuo amenazó a la cajera y le dijo que si no le daba todo el dinero iba a hacer explotar una bomba que tenía en la riñonera que llevaba.
La rápida actuación de otro cajero de la sucursal para quitarle la capucha le obligó a darse a la fuga, aunque pocas horas después fue identificado y detenido ya que llevaba la misma indumentaria con la que había intentado atracar la sucursal bancaria.
En la riñonera que portaba el detenido guardaba un bocadillo y un yogur.
El detenido fue puesto a disposición de la autoridad judicial acusado de un presunto delito de robo con intimidación en grado de tentativa.