Quizá el portavoz del PP, Carlos Negreira, no sabía que el llamado caso Relámpago se podía volver en su contra, pero tras semanas de duras acusaciones al Ayuntamiento, hoy se ha convertido en diana de las críticas municipales.
El Tribunal Superior ha fallado en contra de la Xunta por negarse a devolver terrenos a sus propietarios en el llamado parque ofimático, en una sentencia similar a la que condenó al Ayuntamiento de A Coruña por negarse a lo mismo en Someso. Estas resoluciones judiciales son munición para que PP y PSOE puedan manter su pim, pam, pum declarativo hasta las elecciones municipales. Pero, más allá de eso, estas sentencias del Tribunal Superior cuestionan abiertamente una forma de actuar de la Administración bastante habitual. Ni unos ni otros deberían levantar demasiado la cabeza, porque en el fondo lo realmente importante es que los jueces les están diciendo que así no se pueden obtener terrenos, por muy de interés general que sea su destino. Es más: mientras no exista otra sentencia judicial que diga lo contrario, las Administraciones local y gallega deberían abstenerse de mantener este mecanismo que, de momento, parece no tener respaldo legal.
Obviamente si hay una ilegalidad, que como parece es el caso, debe subsanarse. Una ilegalidad que por otra parte segun parece desprenderse del articulo no quiere decir que se haya actuado a mala fe, ni que el sr Negreira se ha quedado con dinero ni que estemos hablando de un caso de corrupcion.
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