De la inauguración del Museo Nacional de la Ciencia y la Tecnología

A Coruña ha inaugurado hoy el Muncyt, el Museo Nacional de la Ciencia y Tecnología. Lo hace en la víspera del Día de la Ciencia en la calle. El hecho en sí, en los tiempos que corren, es un gran acontecimiento. "Que hoy nazca algo es una señal de vida", ha dicho su director, Ramón Núñez Centella. Y estamos muy necesitados de señales de vida. El Muncyt, esa casa de los inventos, es una especie de guinda a una envidiable red de museos científicos que salpican la ciudad y que desde el planetario del parque de Santa Margarita alumbran a una sociedad abierta al conocimiento. Pero el Muncyt tiene otro valor añadido. Ha permitido recuperar un edificio proyectado para un uso incierto y que corría el riesgo de convertirse en algo parecido a esos aeropuertos sin aviones o casa de la cultura sin actividades. Desde junio abrirá sus puertas para recibir a 200.000 visitantes al año que llenarán el edificio de vida, curiosidad y asombro. El Muncyt y las casas de las ciencias, los peces y el hombre son una gran oportunidad. De nosotros depende que la sepamos aprovechar.