18 de octubre de 2005

Lluvia

Llueve. Mantengo desde pequeño la costumbre de mirar cómo llueve. Me recuerdo en la ventana, enfundado en aquella vieja bata que todavía conservo, embobado al ver cómo cae el agua. De nuevo, ahora, con las primeras lluvias del otoño recupero esa sensación de bienestar, de calor de hogar; agazapado tras la ventana, simplemente mirando cómo llueve. De pequeño tenía una teoría. Decía que la vida es como correr debajo de la lluvia. Puedes correr porque no quieres mojarte o puedes correr mientras disfrutas de ella. De la lluvia. De la vida.

1 comentario:

  1. Anónimo6:34 p. m.

    Pues a mí, la lluvia me recuerda a lo íntimo, a ese chocolate con churros y a esa mantita de rayas bajo la que uno está tan a gusto, calentito. Me recuerda a ese olor a ozono, a tierra mojada, que me decían de niño. La lluvia me recuerda al calor del hogar paterno, al amor...

    ResponderEliminar

Compartir